UN CUENTO NARRATIVO

 


UN CUENTO NARRATIVO

(Texto inspirado en un cuento de Pío Baroja. Inventa un final…)

Esta historia trata de la vida de unos pastores, que eran abuelo y nieto, donde se ve lo dura que era esa vida.

En uno de esos días en los que tenían que pasear al rebaño, vino una tormenta en la que tuvieron que recogerse rápidamente. Uno de los corderos escapó y el abuelo fue tras él dirigiéndose al zagal y le ordena que vaya a buscarlo, pero estaba esperándole el macho cabrio, que detrás de él lo llevó al precipicio. El zagal valiente quería coger el cordero pero esa misma sima era demasiado para el pastor.

El abuelo al llegar a esa sima se asustó y fue a buscar ayuda. Encontró un grupo de pastores que corriendo fueron hacia él, pero al llegar a ese sitio no veían más que peligro y sentían miedo. El abuelo insistía que bajaran y uno de ellos lo intentó.

Lo ataron con una soga y se expuso a bajar pero al llegar a mitad de camino a revolotear murciélagos, asustados lo subieron corriendo. Dijo que había visto el mismo demonio. El abuelo asustado quiso bajar pero las fuerzas le fallaban, pero tenía algo pendiente con el zagal, ya que le obligó a correr tras el cordero, por eso el remordimiento no le dejaba tenerse en pie de pensar en el paradero de su nieto.

Al ver que no podían hacer nada se marcharon rezando. El chico despertó y miró al animal, le miró a los ojos y empezó nervioso a dar vueltas alrededor de él, cuando de repente apareció Remedios, tía del joven pastor. Pensó que tenía que hacer algo por su sobrino, miró en la sima y sacó los poderes mágicos que ella tenía. Logró sacar su alfombra mágica bajando para rescatarlo.

El joven al verse arriba ya y con vida grito: “dios mío, me he salvado, estoy vivo”, y corrió como nunca para alcanzar a su abuelo.

El abuelo cuando escuchó la voz de su nieto se sorprendió muchísimo y se alegró.

Los vecinos del pueblo no creían al abuelo y le miraban como si estuviera loco, no daban crédito a lo que decía, cuando de repente se volvió todo el mundo y apareció el zagal gritando, abuelo estoy aquí, la tía Remedios me ha salvado de la muerte. Todos pensábamos que era una bruja pero es todo lo contrario, es una santa, me ha salvado del precipicio y al subirme a arriesgado su vida, por la mía.

El zagal explica a todo el pueblo que se han comportado mal por juzgar a una persona mal antes de llegar a entenderla o de saber que clase de persona es, no todo es lo que parece.

Gloria

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