Un día gélido. Laura.
Un día de invierno, me levanté por la mañana, y cuando salí a la calle miré el termómetro, marcaba 5 grados bajo cero. La temperatura estaba por debajo de la media y yo me moría de frío.
Empecé a caminar sobre la rosada, había una espesa niebla, no parecía que fuera a caer nieve y había mucho hielo.
Fui a mi casa caminando sobre la acera helada. Cuando llegué a mi casa, al abrir la puerta, el calor de la calefacción me dio en la cara. Me volví a poner el abrigo y la bufanda, salí a la calle y me fui a jugar con mis amigos. Estuve tres horas en la calle, cuando ya volvía a casa empezó a nevar, pero ya era hora de irse por que ya era de noche.
Al día siguiente me levanté con dolor de cabeza y con fiebre, me encontraba muy mal, ¡tenía la gripe!
Me asomé a la ventana y vi algo que me dio mucha pena, la nieve había cuajado y yo no iba a poder salir. Me puse muy triste porque no podría jugar con ella, y eso a pesar de que mi madre me lo había advertido, ella siempre tiene razón.
Laura. CP Salvador Minguijón.Calatayud.
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